Pues bueno, la verdad es que no. La
relación es, cuando menos, turbulenta. Lejos de combinar bien, con frecuencia
son como uña y pizarra.
Cuando una noticia científica
asoma su nariz en un medio de comunicación no especializado, se ve expuesta a
múltiples contratiempos. Por ejemplo:
- Si viene traducida del inglés, muchas veces se
nos dice billones, cuando se trata
“solo” de miles de millones. ¿Cuántas veces hemos oído en las noticias que en
el mundo hay unos 7
billones de personas? Somos muchos, pero no tantos… Recordemos que en
algunos países (como EEUU), después de los millions
(106), se cambia de nombre cada tres ceros: billions (109), trillions
(1012)… mientras que nosotros cambiamos cada seis ceros: millones
(106), billones (1012), trillones (1018)…
¡Cuántos sinsabores nos ahorra la notación científica! 1018 es lo
mismo en Agaete, Bermiego o Savannah.
- Si es una estadística, muchas veces sumamos los
trozos de la tarta que nos presentan de viva voz y nos sale más que una tarta
completa (100%).
- También es frecuente que el titular:
o
Busque el
sensacionalismo: “La
NASA encuentra indicios de vida en las lunas de Júpiter y Saturno”. Bueno,
si queremos realmente conseguir muchos lectores también podríamos decantarnos
por “Las
Campos en Encélado” (nadie ha dicho que garanticemos vida inteligente…).
Puestos a rizar el rizo, podríamos echar la culpa al autocorrector y atrevernos
con “Las
Campos en celo”. Siendo serios, la opción correcta debería decir más bien,
“Encélado podría tener un ambiente habitable”.
o
O que pase lo mismo con el contenido. Te ponen
en televisión o en la prensa, junto con la noticia del descubrimiento
de exoplanetas en Trappist-1, unas imágenes
que son recreaciones artísticas tipo Star
Wars. Nada que ver con las imágenes reales, ni con el procedimiento seguido
(un
puñado de píxeles muy bien interpretados). Por mucho que te pongan en letra
minúscula que es una recreación… mucha gente se queda con una idea muy
equivocada.
o
O sea intencionadamente confuso. Si no somos
conocedores de estas cuestiones y leemos: “Hallada materia orgánica en el planeta enano más próximo a la Tierra”… muy probablemente nos
haremos una idea muy poco ajustada de qué quiere decir eso (nada de bichos
verdes con un número impar de ojos saltones que nos llamen “mamá” al salir del
huevo si pasamos por allí). Bueno, seamos ahora también críticos con nosotros
mismos. El titular no confundirá a personas con algo de formación científica,
que no pensarán materia orgánica = vida. Dicho queda en todo caso.
Se busca cierto sensacionalismo y
hay poca preocupación por el rigor. Aunque bien mirado… igual esperamos
demasiado de los medios. Los horóscopos tienen sección fija en el periódico,
los noticiarios de la tele incluyen muchas veces autobombo o publicidad de la
propia cadena (eso ya sin entrar en el sesgo de ciertas informaciones). En fin…
Una vez expuesto lo que
consideramos un problema, ¿qué soluciones podemos proponer?
· Por un lado, los propios medios tienen que ser
conscientes de este hecho y estar dispuestos a mejorar en este sentido. Su
propio código deontológico debería empujarles hacia ello. Periodistas más
especializados o asesores científicos.
· Que se consulte a los expertos cuando sea
posible.
· Lograr que los titulares tengan gancho, pero sin
deformar la realidad.
Es una cuestión de principios. Y
las noticias científicas en los medios generalistas son necesarias. La ciencia
como fuente de conocimiento, y también como motor básico del progreso, debe
estar presente en la realidad que, admitámoslo, construyen los medios de
comunicación.
Todo lo dicho no debe esconder otra
idea fundamental. Al ámbito científico hay que exigirle ejemplaridad. Plagios
en tesis doctorales de altos cargos, catedráticos
de medicina que se lucran con falsos remedios contra el cáncer, experimentos
milagrosos que nunca se pudieron corroborar… Como en toda actividad en la
que haya seres humanos, es inevitable que de vez en cuando (muy pocas veces,
felizmente) se cuele alguna de estas cosas. Pero hay que evitar el
corporativismo. No “taparlo” y dejarlo correr, sino más bien extirparlo
rápidamente.
¿No es posible entonces una
relación “romántica” con la ciencia? Sí, es posible y yo trato de vivir de esa
manera cada día. Cuando abro el periódico, salto por encima de todos los “–ismos”
y del fútbol en busca de alguna noticia interesante de astronomía, física…
ciencia en general. En Cielos
Despejados, comparto mi tiempo con gente apasionada por la astronomía (y
muy maja, que también es muy importante). Trato de seguir aprendiendo
continuamente (gracias a los canales
mencionados en este mismo blog, leyendo libros, revistas…)…
Para mí, la pasión por la ciencia
es una manera de estar en el mundo. Y no una forma fría y alejada de lo humano.
Parafraseando libremente al gran Richard Feynman: Júpiter
es un planeta, gigante gaseoso, con tormentas tremendas, gamas cromáticas
interesantes, un campo magnético furibundo, al que debido a su enorme masa poco
le faltó para no ser una segunda estrella en nuestro sistema solar (¿se
imaginan?)… A mi entender todo eso no es menos poético que Júpiter como ser
mitológico. Tampoco son incompatibles.
Por todo ello:
Estimados profesionales de los
medios de comunicación: cuiden más la información científica. Denle el espacio
que se merece, sean veraces, consulten cuando no sepan. En resumidas cuentas:
informen adecuadamente… y pongan un poco de cariño en ese guiso...
¡Suerte en el empeño! Muchos,
entre los que me cuento, se lo vamos a agradecer. Y así sí que contribuirán a
la difusión de esa maravilla que es la ciencia.
thank you for the information, I am very happy with the writing, because it really helps increase knowledge ...
ResponderEliminarand maybe this can also be tried Berita Harian Online